Comitivas y líderes nacionales e internacionales, invitados en el acto de jura de Rodrigo Paz Pereira y Edman Lara Montaño, oficialmente como Presidente y Vicepresidente de Bolivia, marcan el inicio de una nueva era tras casi dos décadas de gobierno del Movimiento al Socialismo.
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| Foto BTV |
Rodrigo Paz Pereira asumió el cargo de Presidente constitucional de Bolivia y Edman Lara fue investido como su Vicepresidente, el cambio se presenta como el inicio de una nueva era política, con promesas de reformas económicas, apertura internacional y ajustes institucionales.
En su discurso inaugural, Paz describió el país como “recibido devastado(…), moral y materialmente endeudado”, y enfatizó la necesidad de “abrir Bolivia al mundo”, y de “nunca más una Bolivia sometida a ideologías”.
Las prioridades señaladas incluyen reformas económicas, judiciales, institucionales, estabilizar la economía, combatir la inflación, resolver problemas de suministro de combustible, y restablecer relaciones internacionales.
Paz en su discurso señaló que “el país que recibimos está devastado”, con la economía “quebrada”, reservas internacionales “las más bajas en 30 años”, inflación, escasez, deuda y un Estado paralizado.
Cuestionó a los gobiernos precedentes del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales y Luis Arce, por haber “mentido” sobre la bonanza de gas y litio: “¿Dónde está el litio? ¿Dónde está el gas?” preguntó.
También habló de un Estado convertido en “monstruo burocrático incapaz de servir al pueblo”, e hizo hincapié en que su mandato será de servicio y no de poder: “Nos tocan cinco años de servicio y no de poder”.
Prometió que Bolivia dejará atrás el aislamiento y “las ideologías fracasadas”: “Nunca más una Bolivia aislada, sometida a ideologías fracasadas ni de espaldas al mundo. Bolivia vuelve al mundo y el mundo vuelve a Bolivia”.
Llamó a la unidad nacional, a dejar de lado la división y convocó a un “Acuerdo Nacional del Bicentenario” para transformar el Estado.
Planteó reformas económicas, administrativas y de distribución de recursos: mencionó que se necesita un “nuevo tiempo de independencia al servicio del pueblo”, y que el Estado debe redistribuir mejor entre regiones y sectores.
En su mensaje a Bolivia destaco que “este lugar no es un trono, es una tarea”, y recomendó que “a la libertad hay que cuidarla, porque la perdimos”, enfatizo.
“Bolivia decidió despertar y lo hizo de pie, con el arma más poderosa que existe: el voto y la democracia", aclamó.
“Esta es la nueva Bolivia que se abre al mundo(…) Nunca más una Bolivia aislada al mundo ni de espalda al mundo. Bolivia vuelve al mundo y el mundo vuelve a Bolivia”, sentenció.
En su alocución enfatizó: "este lugar no es de poder, es un mandato de servicio(… ). No nos han entregado un trono, sino una tarea, una tarea que nace del amor por la patria y la fe en su gente.”
“El país que recibimos está devastado, nos dejan una economía quebrada, con las reservas internacionales más bajas en 30 años, nos dejan la inflación, escasez, deuda, desconfianza”, dijo en referencia a su antecesor Luis Arce, y remarco “nunca más una Bolivia sometida a ideologías fracasadas ni mucho menos una Bolivia de espaldas al mundo”.
“Nos toca cinco años de servicio y no de poder”, reflexionó, y añadió que “comienza un tiempo de libertad, pero también de responsabilidad”, y advirtió que “es un tiempo de democracia de verdad, pero también de respeto a la ley. Nadie está por encima de la ley”.
El discurso inaugural del Vicepresidente
El excapitán Edman Lara sorprendió durante el acto oficial al presentarse con su uniforme de gala. Su gesto buscó rendir homenaje a la institución donde se formó y enviar un mensaje simbólico en su debut como vicepresidente boliviano.
En su discurso de posesión, Lara enfatizó varios ejes centrales: la unidad nacional, la reconstrucción del país tras una crisis profunda, la transformación institucional (sanar las instituciones, erradicar la corrupción), y el llamado a que el gobierno sea para todos sin distinción de región, condición social o ideología.
Apeló fuertemente a los sectores populares y a la herencia histórica del país, haciendo énfasis en la necesidad de reconocer raíces y diversidad para poder proyectarse hacia el futuro.
“El verdadero uniforme no está hecho de tela, está hecho de principios, de valores, de coraje, de amor a la patria y de fe en Dios”, recomendó, y añadió “hoy mi uniforme se llama Bolivia y quiero que ese uniforme se lo ponga cada boliviano, cada boliviana.”
En referencia al rol que le toca asumir con Rodrigo Paz dijo que “este Gobierno no nace para administrar, nace para reconstruir, para volver a poner de pie al país que trabaja, al país que produce, al país que cree en la honestidad, al país que no se rinde", enfatizó.
“Este nuevo tiempo debe ser de todos y para todos, debe ser del campo y la ciudad, del poncho y la corbata. Del oriente y el altiplano, del que tiene y del que lucha por tener(…)”, y reflexionó que “solo los pueblos que reconocen su raíz pueden construir un futuro común, y solo las naciones que se abrazan a sí mismas pueden volver a soñar.”
En su discurso señaló que “es un nuevo tiempo, tenemos que transformar la crisis en esperanza. Vivimos uno de los momentos más duros de los últimos 40 años(…)”.
En un mensaje breve pero cargado de tono político, afirmó que el nuevo Gobierno encabezado por Rodrigo Paz Pereira "no discriminará a nadie" y que todas las organizaciones sociales "serán bienvenidas", y finalizo con un emotivo “¡Que viva la libertad!, ¡Y que muera la corrupción!”.
Sobre el acto de posesión
El acto tuvo lugar el 8 de noviembre de 2025 en la ciudad de La Paz, sede gubernamental y legislativa del Estado Plurinacional de Bolivia. Los detalles del programa oficial indicaban que desde las 10:00 a.m. se iniciaba la sesión en la Asamblea Legislativa Plurinacional, con el juramento del vicepresidente y luego del presidente.
Asistieron numerosas delegaciones internacionales, en total 52 países y representantes, incluidos varios presidentes latinoamericanos como: Argentina, Chile, Ecuador, Paraguay y Uruguay.
El nuevo gobierno que fue electo en segunda vuelta con alrededor del 54.9% de los votos frente a su rival, y hereda una economía gravemente deteriorada: reservas internacionales bajas, inflación alta, escasez de combustible y otros problemas derivados del modelo anterior.
Aunque Paz ganó la presidencia, su partido no posee mayoría legislativa plena, lo que implicará negociar y construir alianzas para gobernar efectivamente. Según analistas nacionales e internacionales la asunción simboliza un giro en la orientación política del país, desde un modelo más estatal-orientado hacia uno que busca apertura, internacionalización, y posiblemente un rol diferente del sector privado. También se interpreta como un cierre parcial de una etapa de hegemonía del MAS y una apuesta por renovación institucional.
Las prioridades son: combustibles, recuperación económica y transparencia, y un giro internacional: Restablecimiento con EE. UU., salida del ALBA, y nuevo préstamo de la CAF por 3.500 millones USD.
Entre sus medidas clave
Garantizar el abastecimiento de combustibles: Una de las primeras prioridades será asegurar que no haya falta de gasolina o diésel, para terminar con las largas filas y garantizar la producción.
El nuevo gobierno ha anunciado un “paquete de decretos” para la primera semana de gestión, centrado en este tipo de urgencias.
Ajuste del gasto público / austeridad fiscal: se pretende recortar gastos “insulsos” del sector público para bajar el déficit fiscal y evitar que los recursos del Estado sigan siendo mal usados. Además, se proyecta ordenar el tipo de cambio, controlar la inflación y sanear las finanzas públicas.
Descentralización y redistribución de los recursos: una medida formulada es distribuir los recursos de manera “50-50” entre gobierno central y regiones para activar la economía local. Se busca dar más protagonismo a las regiones para generar actividad económica desde allí.
Reactivación de la economía con inyección de recursos: el plan contempla una inyección de alrededor de US$ 4.000 millones para el primer año, provenientes de financiamiento externo, inversión y mecanismos de sostenibilidad.
También se habló de siete medidas específicas para contener la inflación, incluyendo banda cambiaria, ventanilla única de trámites, digitalización del Estado.
