Nueva reforma laboral: los tickets canasta para pagar salarios

El proyecto de reforma laboral contempla reintroducir un sistema que funcionó hace casi dos décadas, permitiendo a las empresas pagar parte del salario mediante beneficios no remunerativos. Sin embargo, los sindicatos advierten sobre una posible pérdida de derechos laborales.
Imagen ilustrativa S.Rios

Con el objetivo de fomentar la creación de empleo formal y reducir costos empresariales, el Gobierno nacional analiza reinstaurar un mecanismo que marcó un hito en la historia laboral de Argentina: los llamados tickets canasta.

Esta propuesta se encuentra incluida en el borrador de la nueva reforma laboral que el Ejecutivo planea presentar al Congreso. El proyecto busca incorporar beneficios sociales considerados "no remunerativos" dentro de las estructuras salariales.

El sistema, originalmente implementado en 1989 en el contexto de la hiperinflación, consistía en vales alimentarios que las empresas utilizaban para cubrir una parte del salario. Dichos montos no se computaban para aportes previsionales, aguinaldo o indemnizaciones. En su apogeo, el esquema benefició a más de 1,5 millones de trabajadores y representó alrededor de 4.000 millones de pesos anuales, según datos de aquella época.

No obstante, la medida fue eliminada en 2007 con la sanción de la Ley 26.341, que integró los vales alimentarios a los salarios remunerativos. Dos años después, la Corte Suprema ratificó que estos beneficios debían considerarse parte del sueldo al ser una contrapartida al trabajo y no una forma de asistencia social.

Un punto de conflicto

Desde el Ejecutivo aseguran que traer de vuelta un sistema de vales renovado y transparente podría impulsar la formalización laboral, facilitar el acceso a productos esenciales y disminuir la presión fiscal sobre las empresas. No obstante, para los sindicatos, esta idea representa un retroceso. Advierten que reactivar este esquema podría segmentar los salarios y socavar derechos adquiridos, como la antigüedad, los aportes previsionales y los beneficios jubilatorios.

“Los tickets canasta fueron una precarización disfrazada. No podemos regresar a un sistema que fractura los salarios y debilita la seguridad social”, afirmaron dirigentes gremiales consultados en diferentes medios.


Modelos internacionales: entre América Latina y Europa

En otros países, existen experiencias similares con distintos grados de regulación. En México, los llamados vales de despensa están regulados por la Ley Federal del Trabajo y oscilan entre el 4% y el 12% del ingreso mensual. Son deducibles de impuestos pero no reemplazan el salario mínimo.

En Colombia, se permite cubrir hasta el 50% del salario con pagos en especie o un máximo del 30% para quienes ganan el ingreso mínimo. En Brasil, el Programa de Alimentação do Trabalhador (PAT) promueve el uso de vales y comidas subsidiadas, con incentivos fiscales para las empresas bajo regulaciones específicas.

En Europa, los sistemas están más formalizados. En España, los cheques restaurante son retribuciones exentas de impuestos hasta 11 euros diarios. En Francia, los tickets restaurant funcionan como tarjetas electrónicas financiadas conjuntamente entre empleadores y empleados, bajo supervisión estatal. Italia emplea los buoni pasto, con un límite exento de 8 euros al día.

El posible regreso de los tickets canasta reaviva una discusión histórica entre quienes buscan una mayor flexibilidad laboral y quienes defienden los derechos adquiridos. Mientras el Gobierno sostiene que es una herramienta moderna para estimular el empleo y el consumo, los gremios lo ven como un retorno a políticas asociadas a la década de 1990, marcadas por la pérdida del poder adquisitivo.
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