A dos semanas de su gobierno ambos aceptan que necesitan trabajar juntos: Paz controlando el Ejecutivo y Lara garantizando gobernabilidad legislativa en un escenario de relación tensa, pero funcional.
| Foto ilustrativa Xprensa |
Rodrigo Paz y Edman Lara resultaron electos para la presidencia y vicepresidencia respectivamente. Durante la campaña, Lara enfatizó mucho su papel político, mencionando que su rol sería clave en la Asamblea Legislativa, dado que el vicepresidente lidera esa instancia.
Lara ha dicho abiertamente que sin su apoyo, Paz no podría aprobar leyes, lo que evidencia que desde el inicio su visión no es solo simbólica, sino “operativa”: “si no le apruebo, Rodrigo no hace nada”.
Según analistas, esa tensión potencial ya generaba dudas sobre gobernabilidad: algunos temen que Lara pueda tener un peso excesivo o incluso convertirse en un factor de ingobernabilidad.
A dos semanas de ser gobierno, las tensiones y desacuerdos son de notoriedad y hay varias fuentes que reportan roces importantes entre Paz y Lara sobre poder y control político.
El altercado reciente es sobre el Ministerio de Justicia. Hay que recordar que durante la campaña, la fórmula Paz-Lara había planteado cerrar el Ministerio de Justicia. Pero luego Lara admitió que fue un error y dijo que debe mantenerse.
Freddy Vidovic, el que se desempeñaba como ministro de Justicia, y fue el único que Lara pidió para el gabinete ministerial, fue sacado del cargo por decisión de Paz. Esto sucedió luego de que, el miércoles en la noche, el ministro de Gobierno, Marco Antonio Oviedo, sorprendiera en conferencia de prensa para apuntar que Vidovic tenía una sentencia ejecutoriada, razón que usaron para quitarlo del Ejecutivo. Paz, mediante decreto, decidió apartar al ministro de Lara de su equipo, y Jorge Franz García, fue elegido para el liderar Justicia en reemplazo de Vidovic, en lo que dio inicio a una nueva batalla entre los dos mandatarios.
Lara, retrucó y observó esta decisión. Cargó contra García, sobre quien dijo que tendría "un rosario de procesos". Lo acusó por violación, violencia familiar, concusión, lesiones graves y leves, homicidio y lesiones gravísimas, incumplimiento de deberes, allanamiento de domicilio, avasallamiento, y defraudación con pretexto de remuneración a funcionarios públicos.
“Quiero pensar que Rodrigo Paz no tiene conocimiento de ello, a pesar de que tengo conocimiento, también, de que el nuevo ministro de Justicia es su abogado particular, es su abogado de confianza, pero vamos a presumir que Rodrigo Paz no está enterado del rosario de procesos que tiene y le vamos a sugerir que designe a otro ministro”, señaló. Unas horas más tarde, en conferencia de prensa desde la Casa Grande del Pueblo, el Presidente Paz comunicó el cierre de la cartera. “Se acabó el ministerio de la persecución (…). Nunca más injerencia política en la Justicia”.
También en la semana el Vicepresidente Lara, había acusado al Presidente Paz de “ceder poder” a ciertos sectores, especialmente al partido de Samuel Doria Medina. “No le entregues el poder a Samuel Doria Medina. Samuel Doria Medina se encargó de cerrarle los debates, de pagar a todas las empresas encuestadoras, de manejar a todos los medios y perdió, pero ahora es el que más ministros tiene. Prácticamente Samuel Doria Medina es el que controla el Gobierno. No te conviertas en títere de Samuel Doria Medina”, le recordó.
Lara entiende que varios políticos allegados al empresario Doria Medina, son parte ahora del Gobierno. Uno de ellos es el ministro de la Presidencia, José Luis Lupo, quien concentra cinco viceministerios. Y sobre este ultimó, a tiempo de aclararle que no es su enemigo, le aconsejó, también, que no se rodee de allegados al gobierno interino de Jeanine Áñez, en alusión a los exviceministros (2019), ahora, como viceministro de Coordinación Legislativa Wilson Santamaría y Julio Héctor Linares Calderón como viceministro de Coordinación de la Gestión Pública.
La decisión de Paz de sumar a Wilson Santamaría como cabeza de un viceministerio que concentraría atribuciones iguales a las de Lara, como titular nato del Parlamento, fue otro motivo de descargo que hizo el Vicepresidente. Según Lara, si Paz lo excluye de la toma de decisiones, eso es una traición política:“Lo que hizo Rodrigo Paz no es constitucional. Lo deben estar asesorando mal porque él no puede crear un viceministerio. Tal vez en su afán, en su celo y por el mal asesoramiento que está teniendo, pretenda anularme”, reflexionó.
Sobre este último la agrupación Nuevas Ideas con Libertad (NUIL), que tiene como líder al Vicepresidente, articuló una marcha a nivel nacional. Se movilizarán para protestar frente a las determinaciones asumidas por el Dignatario.
“Vamos a estar a las 09.00 en la Cervecería, de donde vamos a bajar con una gran multitud de personas que están molestas por todo lo que está pasando. La molestia es porque al Vicepresidente (Lara) lo están haciendo a un lado”, se quejó el coordinador de la tienda política, Juan Salazar, en contacto con Urgente.bo. Se estima que también participen distintos sectores sociales y regionales de las 20 provincias de La Paz, trabajadores por cuenta propia y gremiales.
Que se dice sobre los recientes altercados
Según analistas evidencia que hay espacio para la corrección, aunque también puede interpretarse como una señal de negociación interna entre Paz y Lara.
Expertos interpretan las tensiones como un problema estratégico: la falta de una integración real de Lara podría debilitar la alianza que permitió su victoria.
Según la analista política Susana Bejarano, si Lara no tiene una “voz real”, podría generarse fractura en el gobierno, lo que impactaría la gobernabilidad.
También hay quienes señalan que Lara logró un peso político clave durante la campaña (por su presencia mediática, especialmente en redes), y ahora reclama ese protagonismo para el período de gobierno, lo que tensiona con el rol tradicional más ejecutivo de un presidente.
Riesgos y oportunidades
Riesgos: si las fricciones institucionales siguen, podría haber bloqueos legislativos o dificultades para aprobar leyes, dado que Lara tendrá una influencia fuerte en la Asamblea Legislativa.
La disputa por atribuciones (como con el viceministerio) podría generar una crisis de poder interno en el Ejecutivo. Si Lara se siente excluido, podría “resistir” decisiones presidenciales, lo que debilita al binomio.
Oportunidades: si logran canalizar estas tensiones en espacios institucionales (diálogo, negociaciones internas), pueden consolidar un liderazgo compartido que combine parte ejecutiva (Paz) con parte legislativa (Lara).
La crítica a cerrar el Ministerio de Justicia muestra flexibilidad, lo que podría interpretarse como voluntad de adaptación y pragmatismo.
La transición ya tiene un diseño claro: gabinete definido, equipos de trabajo, lo que podría facilitar un arranque ordenado del gobierno.