En las elecciones del 1993 nuevamente aparecen los mismos actores políticos el MNR, ADN, MIR, inesperadamente el ADN y el MIR aparecen como coalición, mostrando que, por cierta clase de interés, se había dejado en el olvido a las personas que habían luchado contra la dictadura militar, ese rio de sangre que alguna vez los separó ya se había olvidado, coagulando así un pacto político, que fue duramente criticado por la sociedad boliviana.
El ganador de estas elecciones de 1993
fue el MNR a la cabeza de Gonzalo Sánchez de Lozada que en otrora fue el delfín
de Víctor Paz. Subió a la presidencia con el 38 por ciento de votación, con la
coalición formada con otros partidos políticos como el MBL y la UCS.
Gonzalo Sánchez de Lozada, como
presidente se había dado la tarea de continuar con el modelo neoliberal, además
de consolidarlo, durante su gestión se llevó al extremo las políticas
neoliberales de la época, llegó a ser considerado internacionalmente como, el
mejor alumno de esa escuela económica. Sánchez de Lozada había llegado a la
presidencia con la promesa de eliminar el déficit fiscal, la multiplicación de
inversión extranjera, la creación de 500 mil empleos, la eliminación de la
pobreza, la erradicación de la corrupción en el gobierno. Con el objetivo de
tener una conexión personal y atraer votantes de una forma hábil, Sánchez de
Lozada planteó la famosa “Capitalización” señalando que no iba a privatizar las
empresas estatales, sino que iba privatizar sin privatizar.
La capitalización en teoría era la venta
del 50 por ciento de las acciones de las mayores empresas estratégicas
estatales a capitales privados, el cual tenía que comprar esas acciones e
invertir en las mismas empresas, el otro 50 por ciento permanecía en propiedad
el estado. Entonces se buscó socios extranjeros capaces de invertir una
cantidad igual al valor de las empresas públicas, con el fin de hacerlas crecer
y otorgarles la administración de dichas empresas. Así se capitalizó empresas
estatales como: ENTEL, ENFE, ENDE, ENAF, YPFB y LAB.
Con los ingresos que Bolivia recibía de
las empresas capitalizadas el gobierno de Sánchez de Lozada crea el BONOSOL,
que era una pensión social universal para las personas mayores de 65 años para
arriba. Redujo el número de ministerios de 17 a 12. Aprobó reformas a la
educación boliviana, la reforma educativa, introduciendo el bilingüismo. Introdujo
el sistema de fondos de pensiones gestionados por empresas privadas, copiando el
modelo que se implantó en Chile. Se comprometió hacer una fuerte lucha contra el
narcotráfico, en conjunto con los EEUU.
Creó la ley de participación popular,
cuyo principal objetivo era la descentralización del Estado, para así poder
otorgar mayor autonomía, y recursos a los municipios y departamentos cuyo fin
era fomentar la participación de las áreas en especial, las áreas rurales, para
la toma de decisiones y su posterior desarrollo.
El Proceso de selección de socios para
la capitalización careció totalmente de trasparencia, la mayoría de los socios
no cumplieron con los compromisos de inversión. Como ejemplo se puede señalar
lo que paso con el LAB, la aerolínea boliviana, que fue capitalizada por una
empresa brasileña con el compromiso de invertir recursos, el LAB tenía un valor
de mercado por encima de los
90 millones de dólares, los socios brasileros pagaron menos de la mitad
aproximadamente, por otro lado, no cumplieron con las prestaciones sociales de
sus trabajadores, desmantelaron todos los aviones, y la dejaron en ruinas,
luego de un tiempo el LAB terminó por desaparecer.
Otro ejemplo, es de la empresa de
telecomunicaciones ENTEL cuyos socios capitalizadores eran italianos, está
empresa antes de ser capitalizada, generaba rentabilidad al país y un
crecimiento continuo, pero se la otorgó a los italianos con el “compromiso de
inversión” con un monto de 610 millones de dólares, el cual jamás se cumplió.
De los ingresos de esta empresa se tenía que compartir con el Estado, pero
tampoco se hizo, subestimándose sus utilidades e inflando sus costos.
YPFB
una de las empresas más importantes de Bolivia, dedicada a la exploración,
explotación, refinación, industrialización, distribución y comercialización de
petróleo, gas natural y sus derivados; cuya misión fue de contribuir al
desarrollo económico y energético de Bolivia. Entre los años 1985 y 1995 aportó
3.500 millones de dólares a las arcas del Estado boliviano, a través del pago
de impuestos y regalías hidrocarburíferas, convirtiéndose en el principal
sostén económico del país. YPFB fue fragmentada, vendida en pequeñas partes.
Durante el proceso de capitalización únicamente se tuvo en cuenta el valor en
libros de la empresa en sí, sin considerar el valor de los hidrocarburos, las
reservas de gas y de petróleo. Según la perspectiva de los capitalizadores, los
hidrocarburos bajo tierra se consideraron sin valor alguno, con “precio cero”,
cuando su precio oscilaba alrededor de los 150.000 millones de dólares.
Después,
dado que las empresas transnacionales tenían el control del 100 por ciento de
la producción obtenida, tenían derecho de comercializarla, lo que a los
bolivianos a comprar nuestro propio gas y petróleo a precio internacional.
Gonzalo Sánchez de Lozada había promulgado un decreto por el cual era imposible
conocer el estado de las empresas capitalizadas.
De
1993 a 1995 se despediría en ENFE 3.000 empleados, ENTEL 1.566 empleados, YPFB
4.588 empleados, COMIBOL 1.400 empleados, ENDE 503 empleados, en dos años un
total de 11.057 trabajadores relocalizados.
En
1996 Gonzalo Sánchez de Lozada fue señalado como responsable y autor
intelectual de acribillar a mineros y campesinos, en la mina de Amayapampa y
Capasirca. A este lamentable hecho se lo conoce como la “Masacre de Navidad”.
Cabe recalcar que Gonzalo Sánchez de Lozada tenía un peculiar interés en estas
minas como empresario minero. En el 2003, Gonzalo Sánchez también sería uno de
los principales protagonistas de la perpetración de atrocidades contra el
pueblo boliviano, repitiendo crímenes de lesa humanidad, dejando en luto a
varias familias por armas de fuego en manos de militares.
En
la guerra contra el narcotráfico, que en lugar de combatirla dieron mucho paso
a la misma, estando la DEA en el país, se vio una evidente protección al
narcotráfico así se puede señalar como ejemplo que en 1995 un antiguo avión de
carga el “Narco Avión” fue detenido en Lima- Perú transportando 4,1 toneladas
de cocaína destinadas a México y Estados Unidos. El valor de la droga en el
mercado estadounidense superaba los 100 millones de dólares. Este operativo e
investigaciones posteriores determinaron que estaba implicado también el
Ministerio de Gobierno, que en esa época estaba a cargo la mano derecha de
Gonzalo Sánchez, Carlos Sánchez Berazain.
La próxima edición abordaremos las conclusiones.
Economistas autores del artículo : Rodrigo Corihuanca Q. y Raúl López Q