En 1985 empieza la era de los gobiernos de la “Democracia Pactada”, una época donde el senado de la nación escogía al presidente; los partidos con mayor votación que participaban en las elecciones, pactaban, por quien iba a ser el nuevo presidente, además se distribuían los puestos en el parlamento y acordaban leyes que después implementaban. En esa elección para la presidencia, el ADN de Hugo Banzer; que ya no estaba en su faceta de dictador militar, había obtenido la mayor votación con el 32,73 por ciento, el MNR 30,17 por ciento y el MIR 10,16 por ciento. La ADN y el MNR se aliaron y dieron paso a la presidencia de Víctor Paz Estenssoro con el llamado “Pacto por la Democracia”.
Con la famosa frase “Bolivia
se nos muere” palabras del presidente Víctor Paz Estenssoro para implementar la
nueva política económica, medidas que se aplicarían para la estabilización de
la economía boliviana que se encontraba en crisis, el MNR adoptó políticas que la
UDP no quiso aplicar, fue entonces que se lanzó un severo programa, mediante el
Decreto Supremo 21060 mentado por Jeffrey Sachs a pedido de Hugo Banzer.
Se puede señalar algunas de las medidas
del 21060 para la estabilización de la economía: el congelamiento
de los salarios, la relocalización de los mineros, cerraron las minas y
despidieron a aproximadamente 23.000 trabajadores mineros. Los mineros no se
quedaron con las manos cruzadas y hubo gran movilización denominada “La Marcha
por la Vida” que partió desde el centro minero de Catavi, cuyo objetivo era
llegar hasta la sede de gobierno La Paz, pero fueron duramente reprimidos por
el gobierno, que usaron hasta aviones militares con la amenaza de bombardear la
marcha minera, habían apresado a doscientos lideres políticos y sindicales,
ellos fueron trasladados a lugares alejados en los departamentos de Pando y
Beni.
Cabe mencionar que las
familias de los mineros en esas épocas eran numerosas, el promedio de hijos por
familia era de aproximadamente 5 hijos, está medida genero también migración, a
distintas ciudades o se fueron a diversas provincias del país, como, por
ejemplo, el Chapare convirtiéndose en cocaleros. Otra parte considerable de los
mineros relocalizados se quedó alrededor de las mismas minas de donde fueron
despedidos, llegando a trabajar en minas abandonadas.
El alza del precio de la gasolina de 8
centavos de dólar por litro hasta 45 centavos o sea un poco más de 5 veces más
su precio, generó rápidamente un importante aumento del ingreso del sector
público y, por ende, la disminución de su déficit (medida que a la población no
le importó, curiosamente nadie protesto demasiado, porque seguramente las
personas ya estaban abrumadas en demasía por la hiperinflación).
El mecanismo de transacción denominado
el Bolsín, no se fijó el precio del dólar, se dejó fluctuar según la oferta y demanda,
pero al interior de un cierto intervalo, el Banco Central intervendría si es
que habría una subida excesiva o una bajada excesiva por el precio de la moneda
extranjera.
Estas medidas como, un único arancel a
las importaciones, la reforma tributaria y la rigurosa austeridad lograron poner
un freno a la hiperinflación. La población que más afectada fue en este
periodo, de crisis económica y estabilización fueron los trabajadores
asalariados y los campesinos.
Cuando se logró la estabilización de la
economía nacional, se profundizaron las políticas económicas de derecha, siendo
el MIR encargado de llevar este proceso, como antecedente el MIR había nacido
como un partido político de izquierda, su líder Jaime Paz Zamora tenía una
ideología marxista, y habían decidido implementar la privatización de varias
empresas estatales. Durante esta etapa, empieza a observarse un conjunto de
privatizaciones en el país, medidas apoyada por el Banco Mundial y el FMI, entidades
interesadas en implantar un modelo de tendencia neo liberal.
En las elecciones de 1989, el Movimiento
de Izquierda Revolucionario (MIR) y su líder Jaime Paz Zamora a pesar de haber
quedado en tercer lugar en esas elecciones, fue proclamado como presidente de
Bolivia, gracias a una alianza con su enemigo histórico en épocas de dictadura,
Hugo Banzer, que salió segundo en la votación. Está coalición (MIR-ADN, ADN-MIR
posteriormente) generó un enorme debate en esa época y años después, ya que, lideres
nacionales, miembros de base del MIR, habían sido perseguidos y asesinados
durante la dictadura. Jaime Paz había declarado antes, que “un rio de sangre
separaba al MIR de la ADN”, a pesar de eso, se dice que se había construido un
puente sobre ese rio.
Durante el gobierno de Jaime Paz Zamora
de 1989 a 1993, se dio paso a las recomendaciones de las instituciones
financieras internacionales y se continuo con el modelo de privatización. Para
ello, se recaba asesoramiento de docenas de empresas consultoras
internacionales para presentar su propia agenda de privatizaciones. El lema de
Jaime Paz Zamora había cambiado drásticamente, y fue contradictorio con su
ideología, se había transformado en "reducir el tamaño del Estado es
engrandecer a la nación".
Los objetivos eran entonces el de fomentar
el crecimiento económico sin arriesgar la estabilidad; incrementar la eficiencia
y la competitividad de la economía; atraer inversión privada, disminución del déficit
fiscal público y la reasignación de los escasos recursos del Estado, a
infraestructura, educación, salud, la eliminación de la pobreza, así como la
mejora de la administración pública y administración de justicia.
Uno de los objetivos primordiales del
gobierno de Jaime Paz era que a través de la privatización terminar de una vez
con la corrupción que existía en las instituciones del país, queriendo así
resolver los problemas del clientelismo político y las prebendas.
En 1991, la embajada de Estados Unidos plantea
de forma insistente y selecciona 159 empresas estatales para privatizarlas, como
parte del condicionamiento para que Bolivia pueda acceder a créditos para
sanear su economía. Las empresas de propiedad estatal para privatizar incluían
las de los gobiernos municipales, regionales, nacionales y departamentales, también
las de propiedad de las fuerzas armadas y las empresas mixtas. La primera fase de
este proyecto consistía en la privatización de 60 empresas que iban desde una
planta de procesamiento lácteo en Cochabamba hasta el criadero de truchas en el
Lago Titicaca.
Un dato curioso, el entonces Ministro de
Planificación y Coordinación, Samuel Doria Medina dijo y “se comprometió ante
el Grupo Consultivo de París que hasta 1993 el Estado se deshará de 170
empresas. Ni minas, ni gas, ni aerolíneas, nada será operado por el Estado”. Al
recibir otro préstamo del FMI señaló: “Estamos utilizando este dinero para
desmantelar al Estado”.
Durante el gobierno del MIR se promovió
el uso medicinal de la hoja de la coca, además de su industrialización, con muy
poco o nada de resultados. No obstante, aparecieron bastantes acusaciones de
corrupción en su gestión, ligadas con el narcotráfico. Dos hermanas de Jaime
Paz habían sido incluidas en investigaciones por la policía antidrogas, la
pronta captura, encarcelamiento del cofundador y colaborador principal del MIR,
Oscar Eid, que fue sometido a un proceso judicial por delitos de encubrimiento
a presuntos narcotraficantes.
En 1990, los pueblos Mojeño Trinitario,
Sirionó, Yurakaré, Movima, Tsimane y varias comunidades de las tierras bajas
del norte y oriente de Bolivia, hicieron por primera vez una gran marcha “Por el Territorio y la Dignidad”
caminando 650 kilómetros a pie, desde la ciudad de la Santísima Trinidad hasta
la sede de gobierno La Paz, sus principales demandas eran acceso a servicios
esenciales como, salud, educación; también pedían el reconocimiento de sus
tierras ancestrales, debido al avasallamiento de empresas madereras y la
usurpación de su territorios comunales, esto se dio por que el gobierno del MIR
ignoraba las peticiones de estos bolivianos. Debido a esta gran marcha se logró
la declaración de Tierra Comunitaria de Origen al Territorio Indígena Parque
Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) y en diferentes tierras indígenas en el
oriente boliviano.
De acuerdo con la ideología liberal, se
dio fin al intento de industrialización iniciado décadas antes con la venta de
las empresas de la Corporación Boliviana de Fomento (CBF), la supuesta idea del
gobierno era de reducir el déficit fiscal y utilizar esos ingresos para
programas de educación y salud. Muchas de estas empresas se vendieron a precios
de “gallina muerta”.
En algunos casos, estas privatizaciones en
lugar de pagar los beneficios sociales, liquidarles a los trabajadores se les
pagaba con acciones de las empresas a los mismos, al final los trabajadores
terminaban vendiendo sus acciones a los nuevos dueños de las empresas
privatizadas.
Ya en manos privadas estas empresas
muchas de ellas, dejaron de funcionar años después, sin conocerse las razones. Al
final, intentaron privatizar la empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales
Bolivianos (YPFB) y la empresa encargada de administrar la cadena productiva de
la minería estatal, la COMIBOL, dos empresas sumamente estratégicas para la
economía del país, pero no pudieron porque la Constitución Política del Estado
Boliviano de ese entonces no les permitía, sumado a las presiones ciudadanas y
al poco interés del capital privado.
Se realizaron bastantes denuncias de
empresas que se las privatizo, se las remató a precios de “gallina muerta” el
caso de las fábricas de cemento, El PUENTE y FANCESA, el gobierno de ese
entonces MIR, supuestamente mostraban problemas, después curiosamente se adjudica
a su ministro de planificación Samuel Doria Medina.
La próxima edición abordaremos de fondo la época de los 90's
Economistas autores del artículo : Rodrigo Corihuanca Q. y Raúl López Q