José Antonio Kast ganó el balotaje y será el próximo presidente de Chile

El candidato de extrema derecha logra el 58,16% de los votos frente al 41,84% de Jeannette Jara, con el 99,9% escrutado. Unos 15 millones de chilenos estaban habilitados para votar.

Imagen ilustrativa X.campaña Chile

El candidato presidencial de derecha, José Antonio Kast, miembro del Partido Republicano y representante de la extrema derecha, ha triunfado este domingo en la segunda vuelta de las elecciones con una ventaja superior a los 16 puntos sobre la candidata de izquierda, Jeannette Jara. Con más del 99,9% de los votos escrutados, Jara ha reconocido su derrota y felicitado a Kast, destacando que la democracia se expresó de manera contundente.

La victoria de este político ultraconservador marca la llegada de un defensor del legado pinochetista al Palacio de La Moneda desde el retorno a la democracia en 1990. Este resultado subraya un giro conservador en Sudamérica y representa un fuerte revés para la izquierda tras cuatro años en el poder. Entre los líderes internacionales que han felicitado a Kast destacan figuras como el presidente ultraderechista de Argentina, Javier Milei, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, quien es también una de las voces principales de la Administración de Donald Trump.

Desde Washington, Rubio expresó el interés de colaborar con la nueva administración chilena. Otros líderes notables que felicitaron al mandatario electo incluyen a Elon Musk, fundador de SpaceX; María Corina Machado, reciente ganadora del Premio Nobel de la Paz 2025 y líder opositora al régimen venezolano; la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, y Viktor Orbán, primer ministro de Hungría.

Las medidas de José Antonio Kast para Chile

Seguridad “a lo Bukele”

En seguridad, Kast reitera la “emergencia nacional” para mejorar las cárceles dentro del “Plan Implacable”, algo similar a lo que sucedió en El Salvador. En esa línea, se reunió con el equipo de Gobierno del mandatario salvadoreño, Nayib Bukele, conocido por su estrategia radical y sin respeto a los derechos humanos en seguridad.

Además, prometió incrementar el gasto anual en seguridad, aunque no especificó cuánto, impulsar la persecución del comercio de economía sumergida y el combate armado contra el narcotráfico.

La economía chilena, en la mira

En materia económica, la gran medida del republicano es la reducción de 6.000 millones de dólares del gasto estatal, sin tampoco definir de dónde se realizarán estos recortes.

El ultraderechista se comprometió, asimismo, a reducir la ideología en las aulas, garantizar guarderías con colaboración público y privada y derivar a la sanidad privada las grandes colas de espera en el nuevo Plan de Salud, que incluye el refuerzo del Plan Nacional de Salud Mental y la Ateción Primaria de Salud.

Qué pasará con la educación

En educación, las principales medidas de Kast residen en la recuperación del “derecho de los padres a educar a sus hijos”, limitando y reduciendo así el poder de los profesores y educadores, y evitar el ausentismo en las escuelas.

Vivienda

Finalmente, en materia de vivienda, la Operación Sitio 3.0, como denominó a su programa, se centra en subsidios para la adquisición de terrenos o construcciones de vivienda.

Perseguirá a aquellos inmigrantes irregulares hacinados en campamentos (sin techo), pero eso sí, garantizará que en aquellos casos en que el Estado no responda a las peticiones de proyectos habitacionales el silencio administrativo sea visto como proyecto otorgado.

José Antonio Kast, el nuevo presidente electo de Chile, ha propuesto medidas con un enfoque similar al del expresidente estadounidense Donald Trump, incluyendo la construcción de muros fronterizos, la lucha contra el narcotráfico mediante acciones más agresivas y la expulsión masiva de inmigrantes en situación irregular. Estas iniciativas, junto con una fuerte reducción del gasto público por 6.000 millones de dólares y una rebaja de impuestos, destacan entre las propuestas de su gobierno.

Durante su campaña, Kast definió su proyecto como un “gobierno de emergencia” enfocado en los ámbitos económicos, sociales y de seguridad. Sin embargo, tras emitir su voto y conocer el resultado de las elecciones, moderó sus declaraciones asegurando que los problemas del país no podrán resolverse en cuestión de meses.

En el plano internacional, se mostró partidario de una intervención militar para derrocar al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela y también reconoció tener afinidades ideológicas con el presidente argentino Javier Milei. Su postura política combina elementos ultracatólicos y ultraliberales, reflejados en sus propuestas más controversiales.

El tema migratorio ocupa un lugar central en el programa de gobierno de Kast. Aunque inicialmente enfatizó la expulsión directa de inmigrantes irregulares, en el transcurso de la campaña suavizó su enfoque al plantear la posibilidad de “invitarlos a salir” del país. Sus planes en esta materia están recogidos bajo la iniciativa llamada “Escudo Fronterizo”, que incluye la instalación de muros de más de cinco metros de altura, zanjas, radares térmicos y drones con capacidades de reconocimiento facial para proteger las fronteras. También contempla penalizaciones para empleadores que contraten inmigrantes sin registro legal y restricciones sobre el alquiler de viviendas a estas personas.

Finalmente, Kast apoyó el uso de la fuerza estatal cuando sea necesario en lo que respecta al control fronterizo, dejando claro que busca adoptar medidas más contundentes y estrictas para abordar la migración irregular que afecta al país.
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