El ministro de Economía, José Espinoza, adelantó que el Gobierno está trabajando estabilizar el tipo de cambio y avanzar hacia un sistema de dólar flotante. En Argentina el Gobierno Javier Milei tiene liberado el cepo cambiario y el dólar flota dentro de una banda entre $1.000 y $1.400.
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| Imagen ilustrativa P.Lea |
El ministro de Economía, José Espinoza, afirmó que el Gobierno avanza de forma progresiva en la preparación de Bolivia para implementar un régimen de tipo de cambio flotante, mientras se mantiene la estabilidad del dólar referencial en el mercado.
“Poco a poco vamos eliminando la escasez de divisas en el país. El mercado lo ha entendido y, junto con otras señales, ha empezado a mostrar a la baja la cotización del dólar referencial. Si seguimos con estas señales y el mercado lo sigue entendiendo, es claro esperar que el tipo de cambio referencial siga bajando”, señaló el Ministro, en una entrevista con el programa Que no me pierda del Canal Red Uno.
El economista agregó que la meta de un tipo de cambio flotante busca “lo mejor para una economía que necesita exportar”. Sin embargo, reconoció que antes de implementarlo se deben “desmontar varias trabas administrativas y ordenar la economía, una de ellas es el gasto fiscal”.
Sobre los plazos para estas medidas, Espinoza indicó: “Tenemos como fecha tope el inicio del cambio de medidas estructurales durante el segundo trimestre del 2026. Eso significa que hasta ese periodo ya tendríamos que haber estabilizado la economía. Ahora, exactamente cuándo no lo puedo decir porque debemos avanzar poco a poco”.
Mientras tanto, lo que nos toca es seguir dando buenas señales para que las expectativas se mantengan controladas y la gente empiece a recuperar la confianza en la economía boliviana”, añadió al Canal.
Qué plantea Rodrigo Paz respecto al dólar / tipo de cambio
Según declaraciones recientes, Paz prometió inyectar “dólares fresquitos” a las reservas de su país para respaldar la divisa en el mercado.
Su plan incluye establecer un “sistema de bandas cambiarias flexibles”, es decir: un tipo de cambio no fijo rígido, sino con márgenes de fluctuación predefinidos que permitan algo de flexibilidad dependiendo de la oferta y demanda de divisas.
El objetivo declarado es dar “estabilidad y previsibilidad” al tipo de cambio, pero sin volver al antiguo esquema de “precio fijo absoluto” del boliviano frente al dólar que ya no era sostenible.
En su discurso, Paz sostiene que con ese régimen más flexible respaldado por reservas su gobierno podrá dar certidumbre al mercado, a inversores y a la población.
En síntesis: Bolivia, bajo la administración de Rodrigo Paz, la apuesta parece ser una liberalización parcial del régimen cambiario mediante un esquema de bandas flexibles "respaldo en reservas" entrada de dólares, buscando un equilibrio: ni cambio libre absoluto, ni un tipo de cambio fijo rígido.
Qué ha hecho / propuesto Javier Milei respecto al dólar en Argentina
Milei desde que asumió eliminó el “cepo cambiario” que restringía la compra/venta de dólares, lo que implicó una liberalización del mercado cambiario.
Anunció que planea avanzar hacia una “flotación limpia” del tipo de cambio: es decir, que el dólar quede determinado por oferta y demanda sin intervención estatal, cuando se cumplan ciertas condiciones como ordenar la base monetaria y eliminar controles.
En paralelo, aunque dice buscar flotación libre, el gobierno reconoció recientemente que mantiene un esquema de “bandas cambiarias” (un piso y un techo para el dólar), como transición hacia la flotación.
A veces ha intervenido: para contener la volatilidad, el gobierno subió encajes bancarios, canceló ciertos instrumentos financieros, y recurrió a venta de dólar futuro, pasando herramientas que algunos interpretan como controles “encubiertos.”
Milei también plantea como horizonte más radical la posibilidad de dolarizar la economía, aunque reconoce que eso requeriría una consulta popular vinculante y limpiar primero el balance del banco central.
En síntesis: en Argentina con Milei, la ruta ha sido liberalizar el mercado cambiario, mover hacia flotación o bandas, con la dolarización como horizonte posible, aunque con dudas sobre cuándo y cómo se implementaría.
Contrastes importantes, diferencias clave y riesgos distintos
En Bolivia, bajo Paz, el régimen no será una dolarización inmediata sino un sistema de bandas; en Argentina, Milei apunta a una eventual dolarización (o “competencia de monedas”) si las condiciones lo permiten.
Milei parte con un contexto de inflación crónica, stock elevado de pesos, y reservas fluctuantes; eso ya obligó a intervenciones recientes que cuestionan la idea de “flotación pura”. En cambio, Paz intenta reconstruir reservas desde cero, con urgencia, para estabilizar el tipo de cambio en un país con escasez de divisas.
En Argentina, la liberalización ya generó una devaluación inicial fuerte del peso, un “salto” que impactó en precios, inflación, capacidad de ahorro. En Bolivia, el riesgo es que si no se asegura la entrada de dólares suficientes, las “bandas” se conviertan en un nuevo “techo picante” o generen mercado paralelo.
Milei enfrenta resistencia estructural: uno de los debates recurrentes es si una dolarización (o flotación libre) puede convivir con la fragilidad de la economía doméstica y la deuda. Paz, por su parte, arranca con un país con problemas diferentes: déficit fiscal, caída de reservas, crisis energética, lo que puede complicar sostener el esquema si no hay reformas profundizadas.
Principales medidas económicas recientes que anunció el gobierno de Rodrigo Paz, a semanas de asumir la presidencia de Bolivia
Reducción del gasto público (~-30 %): Su administración propone recortar en un 30 % el gasto fiscal previsto para 2026, como parte de un ajuste para sanear las finanzas públicas.
Eliminación de varios impuestos: Se derogaron al menos cuatro tributos: el impuesto a las grandes fortunas, el impuesto a transacciones financieras, al juego y a promociones empresariales.
Pago de deudas con proveedores locales: El gobierno comenzó a saldar obligaciones pendientes con proveedores, particularmente pequeñas y medianas empresas, muchas de ellas atrasadas desde gestiones anteriores.
Mantenimiento de programas sociales y subsidios clave: A pesar del ajuste fiscal, se confirmó que continúan vigentes los bonos sociales (como los bonos a la educación y jubilaciones / pensiones) y los subsidios en sectores sensibles, por ahora no se ha eliminado subsidios como el de los combustibles.
Gestión de financiamiento externo e inyección de liquidez: Anunció que en los próximos días llegaría un desembolso de US$ 550 millones provenientes de un crédito del paquete de 3.100 millones de dólares de la Corporación Andina de Fomento (CAF), para reforzar reservas internacionales y dar “colchón” a la economía.
Plan de apertura económica y reactivación del sector privado: Las medidas buscan fomentar la inversión privada, reducir las cargas impositivas al sector productivo y promover un cambio de modelo tras décadas de políticas estatistas.
