La denuncia contra los periodistas Jorge Rial y Mauro Federico, junto con el pedido de allanamiento de sus domicilios y la prohibición judicial de difundir audios atribuidos a Karina Milei, representan un golpe directo a la libertad de prensa en Argentina.
La censura
previa es incompatible con un sistema democrático, intentar silenciar
a periodistas críticos bajo la figura de “operaciones de inteligencia ilegal”
es un mensaje peligroso: hoy son ellos, mañana podría ser cualquiera que
investigue o cuestione al poder.
Javier Milei habla de libertad en cada discurso, pero cuando los micrófonos
apuntan hacia su gobierno, responde con censura y persecución, la verdadera
libertad no se construye silenciando voces incómodas, sino garantizando que
todas puedan expresarse.
LINEA ABC / WCMM