Enarsa confirmó que una de las dos plantas compresoras necesarias para aumentar el volumen de gas transportado estará lista recién el 30 de agosto.
Por Javier Slucki
La falta de finalización del Gasoducto Néstor Kirchner (GPNK) sigue generando tiros en el pie para Javier Milei y Luis Caputo. Por no terminar las obras antes de la llegada del invierno, el Gobierno deberá pagar unos 200 millones de dólares extra en importación de GNL, calcularon expertos.
El Gasoducto Néstor Kirchner, que permite abastecer al AMBA con el gas proveniente de Vaca Muerta, fue inaugurado en julio de 2023 por la gestión de Unión por la Patria. Sin embargo, solo tiene la capacidad de abastecer la demanda con un máximo de 11 millones de metros cúbicos de gas diarios.
La capacidad puede duplicarse, pero para eso deben finalizarse las dos plantas compresoras de Tratayén y Salliqueló, una en cada punta del gasoducto, que permitirían aumentar la presión del gas hasta unos 22 millones de metros cúbicos diarios. Sin embargo, el GPNK no fue ajeno a la parálisis que sufrió la obra pública por decisión política de Milei y Caputo. Tal como informó El Destape, con este argumento el Gobierno resolvió no pagar a las contratistas SACDE y Contreras unos 35 millones de dólares para que terminen las obras antes de la llegada del invierno.
Así, los tiempos se pospusieron. La semana pasada, Enarsa confirmó que la planta compresora de Tratayén tendrá su inicio de pruebas el próximo sábado 15 de junio, y que, finalmente, será inaugurado con la primera inyección de gas el próximo 9 de julio. Así, el gasoducto tendrá la capacidad de pasar a transportar aproximadamente 5 millones de metros cúbicos más por día (pasando a un total de unos 16 millones).
Pero la planta compresora de Salliqueló demorará más. Enarsa prevé oficialmente, según confirmó también en los últimos días, que su inicio de pruebas se produzca el 30 de julio, y que su inauguración final sea recién el 30 de agosto, cuando ya haya pasado la parte dura del invierno. Tras esta obra, el Gasoducto Néstor Kirchner podrá alcanzar su máximo para transportar 22 millones de metros cúbicos de gas diarios.
Hay una tercera planta compresora, en Mercedes, cuya finalización está prevista recién para el 30 de septiembre, pero que está prevista para aumentar la generación térmica durante el verano hacia el Litoral, por lo que su inauguración no es indispensable para la temporada fría. En paralelo, Enarsa ya contrató la llegada de 28 barcos con GNL, que permitirán abastecer la demanda de gas durante el invierno. El primero de ellos llegó al país el 20 de abril pasado, mientras que el último arribará el próximo 20 de agosto. En total, deberá destinar poco más de 600 millones de dólares (618 millones, exactamente) en estos 28 envíos.
Precisamente, una parte importante de estas compras no hubieran debido producirse si el Gasoducto Néstor Kirchner hubiera sido terminado a tiempo, antes del aumento de la demanda en invierno. Juan José Carbajales, titular de la consultora especializada en energía Paspartú, precisó a El Destape que hubiese sido posible prescindir de un tercio de esta importación de GNL, por unos 200 millones de dólares.
Se trata, con todo, de un cálculo mínimo de sobrecosto. En verdad, a este número debe añadírsele una parte, difícil de calcular, de los 500 millones de dólares que CAMMESA debió mandar a licitar en importación de gasoil y fueloil, así como la compra de emergencia del buque de GNL de Petrobras por unos 20 millones de dólares, ante la llegada temprana del frío. Y, además, otro monto, todavía no conocido, por la importación que dispuso Enarsa de 128 millones de metros cúbicos de gas desde Chile.
Imagen Ilustrativa Krone |
Por Javier Slucki
La falta de finalización del Gasoducto Néstor Kirchner (GPNK) sigue generando tiros en el pie para Javier Milei y Luis Caputo. Por no terminar las obras antes de la llegada del invierno, el Gobierno deberá pagar unos 200 millones de dólares extra en importación de GNL, calcularon expertos.
El Gasoducto Néstor Kirchner, que permite abastecer al AMBA con el gas proveniente de Vaca Muerta, fue inaugurado en julio de 2023 por la gestión de Unión por la Patria. Sin embargo, solo tiene la capacidad de abastecer la demanda con un máximo de 11 millones de metros cúbicos de gas diarios.
La capacidad puede duplicarse, pero para eso deben finalizarse las dos plantas compresoras de Tratayén y Salliqueló, una en cada punta del gasoducto, que permitirían aumentar la presión del gas hasta unos 22 millones de metros cúbicos diarios. Sin embargo, el GPNK no fue ajeno a la parálisis que sufrió la obra pública por decisión política de Milei y Caputo. Tal como informó El Destape, con este argumento el Gobierno resolvió no pagar a las contratistas SACDE y Contreras unos 35 millones de dólares para que terminen las obras antes de la llegada del invierno.
Así, los tiempos se pospusieron. La semana pasada, Enarsa confirmó que la planta compresora de Tratayén tendrá su inicio de pruebas el próximo sábado 15 de junio, y que, finalmente, será inaugurado con la primera inyección de gas el próximo 9 de julio. Así, el gasoducto tendrá la capacidad de pasar a transportar aproximadamente 5 millones de metros cúbicos más por día (pasando a un total de unos 16 millones).
Pero la planta compresora de Salliqueló demorará más. Enarsa prevé oficialmente, según confirmó también en los últimos días, que su inicio de pruebas se produzca el 30 de julio, y que su inauguración final sea recién el 30 de agosto, cuando ya haya pasado la parte dura del invierno. Tras esta obra, el Gasoducto Néstor Kirchner podrá alcanzar su máximo para transportar 22 millones de metros cúbicos de gas diarios.
Hay una tercera planta compresora, en Mercedes, cuya finalización está prevista recién para el 30 de septiembre, pero que está prevista para aumentar la generación térmica durante el verano hacia el Litoral, por lo que su inauguración no es indispensable para la temporada fría. En paralelo, Enarsa ya contrató la llegada de 28 barcos con GNL, que permitirán abastecer la demanda de gas durante el invierno. El primero de ellos llegó al país el 20 de abril pasado, mientras que el último arribará el próximo 20 de agosto. En total, deberá destinar poco más de 600 millones de dólares (618 millones, exactamente) en estos 28 envíos.
Precisamente, una parte importante de estas compras no hubieran debido producirse si el Gasoducto Néstor Kirchner hubiera sido terminado a tiempo, antes del aumento de la demanda en invierno. Juan José Carbajales, titular de la consultora especializada en energía Paspartú, precisó a El Destape que hubiese sido posible prescindir de un tercio de esta importación de GNL, por unos 200 millones de dólares.
Se trata, con todo, de un cálculo mínimo de sobrecosto. En verdad, a este número debe añadírsele una parte, difícil de calcular, de los 500 millones de dólares que CAMMESA debió mandar a licitar en importación de gasoil y fueloil, así como la compra de emergencia del buque de GNL de Petrobras por unos 20 millones de dólares, ante la llegada temprana del frío. Y, además, otro monto, todavía no conocido, por la importación que dispuso Enarsa de 128 millones de metros cúbicos de gas desde Chile.