"Hecho no explicable por las leyes naturales". Es la definición de milagro, que se aplica al pasar 140 horas bajo los escombros de un edificio derrumbado, a temperaturas bajo cero, y salir con vida.
Ese milagro se llama Fatma. Tiene 25 años y es siria.
La felicidad es plena para los bomberos que la han rescatado. Han tardado casi un día entero.
"Estoy muy feliz de haber encontrado a otro sobreviviente. Esperamos encontrar más pronto. Espero encontrar más vidas en este edificio. Seguiremos trabajando. No nos detendremos", dice Abid Zengin, del equipo de Búsqueda y Rescate de Bomberos de Konya.
Y han seguido trabajando, otra noche más... la quinta consecutiva.
Más tarde, volvemos a encontramos con el mismo equipo de bomberos, que ha viajado desde la ciudad turca de Konya a Antioquía.
Devastación abrumadora
A la luz del día, el alcance de la devastación causada por los dos grandes terremotos que sacudieron Turquía y Siria hace una semana, es abrumador, incluso para los más experimentados.
"Es como una pesadilla", asegura Ebubekir, del equipo de Búsqueda y Rescate de Bomberos de Konya.
Pero lo único que escuchamos de estos hombres es que nada puede detenerlos.
"Estamos cansados, pero vale la pena", añade Ebubekir.
No hay mucho tiempo para hablar. Hay múltiples búsquedas en curso en toda la ciudad. Y este equipo, que hasta ahora ha rescatado con vida a más de 160 personas, espera seguir batiendo récords y haciendo milagros.
"En el edificio en el que nos encontramos ahora hay un superviviente. Nuestro perro de búsqueda y rescate, Gece, está trabajando. Continuaremos nuestra operación de acuerdo con la información que obtengamos", explica uno de sus compañeros.
"Somos musulmanes. Nunca perdemos la esperanza. Nunca dejamos de confiar en Alá. Seguimos encontrando supervivientes después de mucho, mucho tiempo", añade.
Fuente : EuroNews