La reciente victoria de la izquierda en México y la gran intención de voto que tiene el ex presidente en Brasil, es para algunos el puntapié inicial de un nuevo ciclo de gobiernos populares en la región. ¿Alcanzará la nueva ola a la Argentina?
Mucho se habló en los últimos años del fin de ciclo de los gobiernos populares, progresistas y de izquierda en América Latina. Mientras que sólo un puñado de países, entre los que están Bolivia, Uruguay y Venezuela, resisten al neoliberalismo,la reciente victoria de Andrés Manuel López Obrador en México significa un duro golpe al proyecto de las derechas conservadoras en la región. A ello se le suma la gran intención de voto que tiene Luis Ignacio Lula Da Silva en Brasil para las próximas elecciones presidenciales en octubre, a pesar de que está preso.
La reciente victoria de AMLO en México
Por primera vez en décadas, un líder de izquierda llega al mando de la segunda economía más grande de América Latina. México es uno de los países emblema de la derecha regional, que nunca formó parte del bloque de los países con gobiernos populares de la región de principios de siglo. Es así que la victoria aplastante de López Obrador este domingo da un vuelco al sistema político dominante del país y le otorga un amplio mandato para hacer reformas.
López Obrador estuvo cerca de la presidencia previamente dos veces: en 2006, cuando denunció un fraude electoral y en 2012. De ahí que uno de su eslógan era "La tercera es la vencida". Así, recuerda a la insistencia de Lula antes de su primera presidencia, quien perdió tres elecciones antes de ganar en Brasil.
¿Lula candidato?
La primera vuelta de las elecciones generales de Brasil es el 7 de octubre de este año y, en caso de una segunda vuelta, será el 28 del mismo mes. Pese a que el ex presidente está preso desde abril, su figura es la preferida por los votantes hasta el momento en todos los sondeos preelctorales.
De acuerdo con una encuesta difundida por Globo, el brasileño aventaja a sus rivales con el 33% de la intención de voto. Detrás se ubica el candidato del Partido Social Liberal, Jair Bolsonaro, con el 15%, y Marina Silva, de Rede Sustentabilidade, con el 7%.
En el país vecino también se especula con que, en caso de que Lula no se pueda presentar, la candidata del Partido de los Trabajadores (PT) será la senadora Gleisi Hoffmann.
Asì, el regreso del golpeado PT significaría la vuelta de un gobierno popular a la economía más importante de Sudamérica y la salida del gobierno ultra reformista de Michel Temer, que tiene los peores índices de aprobación de la historia.
Próximas elecciones en la región
Con la elección en Brasil culmina el calendario electoral de américa latina para 2018. En tanto que en 2019 habrá elecciones presidenciales en seis países latinoamericanos: en febrero en El Salvador, Panamá en mayo, en junio en Guatemala, mientras que el plato fuerte serán los comicios de octubre de Argentina, Bolivia y Uruguay.
Mientras que en Uruguay y Bolivia se cree que la tendencia política seguirá siendo la misma, la reciente crisis económica local y el nuevo rumbo de países como México y Brasil, hace pensar a algunos analistas políticos la posibilidad de que nuestro país vuelva a manos de un gobierno con tintes más progresistas. Aunque aún es muy pronto para especulaciones.
Mucho se habló en los últimos años del fin de ciclo de los gobiernos populares, progresistas y de izquierda en América Latina. Mientras que sólo un puñado de países, entre los que están Bolivia, Uruguay y Venezuela, resisten al neoliberalismo,la reciente victoria de Andrés Manuel López Obrador en México significa un duro golpe al proyecto de las derechas conservadoras en la región. A ello se le suma la gran intención de voto que tiene Luis Ignacio Lula Da Silva en Brasil para las próximas elecciones presidenciales en octubre, a pesar de que está preso.
Por primera vez en décadas, un líder de izquierda llega al mando de la segunda economía más grande de América Latina. México es uno de los países emblema de la derecha regional, que nunca formó parte del bloque de los países con gobiernos populares de la región de principios de siglo. Es así que la victoria aplastante de López Obrador este domingo da un vuelco al sistema político dominante del país y le otorga un amplio mandato para hacer reformas.
La primera vuelta de las elecciones generales de Brasil es el 7 de octubre de este año y, en caso de una segunda vuelta, será el 28 del mismo mes. Pese a que el ex presidente está preso desde abril, su figura es la preferida por los votantes hasta el momento en todos los sondeos preelctorales.
De acuerdo con una encuesta difundida por Globo, el brasileño aventaja a sus rivales con el 33% de la intención de voto. Detrás se ubica el candidato del Partido Social Liberal, Jair Bolsonaro, con el 15%, y Marina Silva, de Rede Sustentabilidade, con el 7%.
En el país vecino también se especula con que, en caso de que Lula no se pueda presentar, la candidata del Partido de los Trabajadores (PT) será la senadora Gleisi Hoffmann.
Asì, el regreso del golpeado PT significaría la vuelta de un gobierno popular a la economía más importante de Sudamérica y la salida del gobierno ultra reformista de Michel Temer, que tiene los peores índices de aprobación de la historia.
Con la elección en Brasil culmina el calendario electoral de américa latina para 2018. En tanto que en 2019 habrá elecciones presidenciales en seis países latinoamericanos: en febrero en El Salvador, Panamá en mayo, en junio en Guatemala, mientras que el plato fuerte serán los comicios de octubre de Argentina, Bolivia y Uruguay.
Mientras que en Uruguay y Bolivia se cree que la tendencia política seguirá siendo la misma, la reciente crisis económica local y el nuevo rumbo de países como México y Brasil, hace pensar a algunos analistas políticos la posibilidad de que nuestro país vuelva a manos de un gobierno con tintes más progresistas. Aunque aún es muy pronto para especulaciones.
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