
En busca de su reelección en 2012, el mandatario estadounidense se enfrenta a una caÃda histórica en el apoyo de los hispanos. ¿Las razones? Una larga lista de promesas incumplidas.
Los avisos comenzaron a repetirse desde hace unos dÃas en canales de TV y radios en español de Estados Unidos: 'Tenemos un presidente listo para luchar', aseguran.
Son parte de la campaña de Barack Obama de cara a un segundo mandato y apuntan a conseguir el apoyo de los votantes latinos en las elecciones generales de 2012.
Lo que está en juego es una base de votantes clave: además de ser el grupo de mayor crecimiento demográfico, los hispanos representan 8,7% de los electores del paÃs.
Con su '¡SÃ, se puede!', Obama llegó a la Casa Blanca con el apoyo de dos tercios de los latinos. A la fecha, y tras la derrota en las elecciones legislativas de noviembre pasado, conseguir ese volumen de votos desvela a los encargados de campaña.
'Hay una sensación de decepción entre los hispanos, porque cuestiones que dijo serÃan prioritarias no lo han sido, en un contexto en el que la situación económica se ha convertido en el eje de las polÃticas', señaló a BBC Mundo Erwin de León, investigador del Urban Institute de Washington.
Pero, ¿cuáles son las promesas incumplidas? BBC Mundo le presentan lo que, según las voces de los mismos hispanos, podrÃan ser una bomba de tiempo para Obama y su reelección.
'Reforma migratoria, dentro de un año'
En una entrevista previa a la elección de 2008, el candidato Obama respondió asà cuando le preguntaron por la cuestión migratoria: 'No puedo garantizar que será en los primeros 100 dÃas (de mandato). Pero lo que sà puedo garantizar es que tendremos en el primer año una ley inmigratoria, que yo defiendo fuertemente y que promoveré tan pronto sea posible'.
A la fecha, la reforma migratoria integral sigue siendo un deseo y una demanda de los grupos hispanos, cuando en el paÃs se estima existen 12 millones de indocumentados ansiosos de encontrar una vÃa legal para regularizar su condición.
En la mesa redonda de este miércoles, el mandatario señaló como responsable a la oposición republicana, que 'carece de liderazgo' para poner la reforma sobre la mesa de debate y negociar un acuerdo bipartidista que la convierta en ley.
'La promesa quebrantada de la reforma migratoria es el gran 'elefante blanco' en el vÃnculo del presidente con los hispanos. Es preocupante, porque continúa echándole la culpa al proceso legislativo y no tiene las agallas para enfrentar a un Congreso inmaduro. Le creemos que nos apoya incondicionalmente, pero podrÃa usar su autoridad ejecutiva para aliviar los problemas de millones de indocumentados', señaló a BBC Mundo Jorge Mario Cabrera, portavoz de la Coalición por los Derechos de los Migrantes (Chirla).
Obama insiste en que su visión incluye el pago de multas por haber violado la frontera en el pasado y el aprendizaje obligatorio de inglés como condiciones para permitir que los 'sin papeles', entre ellos muchos llegados a Estados Unidos hace décadas, puedan permanecer en el paÃs.
A la espera de la reforma, el gobierno federal ha decidido avanzar en el tema por fuera de la vÃa legislativa y ha definido, por caso, nuevas polÃticas para demorar indefinidamente las deportaciones de aquellos sin papeles que no tengan antecedentes delictivos.
'El problema de fondo es que, en la práctica, Obama debe responder por un número de deportaciones que este año va a superar a la de los mandatos de George W. Bush. La desesperación de parte de la administración en probar su buena fe con los latinos en este tema, pero sin acciones de fuerza, ha permitido que quienes se oponen a la inmigración y los conservadores en puestos de poder definan el debate', señaló el analista De León.
DreamAct: sueño inconcluso de los universitarios
Aunque relacionado con la cuestión migratoria, el DreamAct se ha convertido en un campo de batalla particular para los jóvenes hispanos. La propuesta de ley que se conoce con ese nombre lleva 10 años esperando ser aprobada y el presidente Obama la incluyó también en sus promesas de campaña.De sancionarse, el DreamAct permitirÃa que más de 2 millones de jóvenes indocumentados - hispanos en su mayorÃa- puedan postularse para obtener la ciudadanÃa si completan al menos dos años de estudios superiores con buen rendimiento académico o prestan servicio en las fuerzas armadas.
'Quiero convertir el DreamAct en ley, pero necesito su ayuda para el trabajo duro que representa cambiar las mentalidades y cambiar los votos', dice el mandatario desde su página de campaña, BarackObama.com
Lo cierto es que una versión de la ley, impulsada por el propio presidente y legisladores demócratas, logró ser aprobada en la Cámara de Representantes en diciembre de 2010, pero luego no consiguió los votos suficientes en el Senado y quedó otra vez en vÃa muerta.
Ante los hispanos, Obama se excusó este miércoles diciendo que la noción de que él puede unilateralmente cambiar y convertir en leyes los proyectos es 'simplemente falsa' y responsabilizó a los republicanos por frenar al DreamAct.
'Es decepcionante porque pensamos que finalmente tendrÃamos respuestas, pero la realidad es que somos decenas de miles de jóvenes que no hemos hecho nada malo y que tenemos los mejores promedios, pero pese a eso no podemos inscribirnos en algunas universidades o no tenemos derecho a ayuda económica, lo que en la práctica nos deja fuera del sistema, dijo Juan Escalante, de la organización DreamActivist, en entrevista con BBC Mundo.
Sin tÃtulos ni libros
El estado de la educación básica de la comunidad hispana no ha mostrado tampoco mejorÃas durante la gestión de Obama.
El gobierno federal ha reconocido la necesidad de invertir en programas de educación temprana, de formar docentes capaces de tratar con un alumnado que tiene el español como primera lengua cuando llega a la escuela, y de observar los programas de inmersión para aquellos que tienen dificultades con el inglés.
Pero, en la práctica, sólo la mitad de los niños latinos asisten a preescolar y los Ãndices de deserción en algunos estados alcanzan el 50%: la mitad de los estudiantes hispanos no llega a graduarse de la secundaria, según reconoció el secretario de Educación, Arne Duncan.
'Tanto el presidente Obama como yo creemos que reducir la deserción y promover los logros académicos de los estudiantes hispanos es absolutamente esencial para el futuro de nuestra economÃa y el futuro de nuestro paÃs', declaró Duncan.
Los efectos se extienden más allá de la escuela básica, y los latinos lo saben: hoy sólo uno de cada 8 de ellos tiene tÃtulo terciario o universitario, lo que plantea dudas sobre el futuro de quienes serán en unos años parte de la población económicamente activa, tomadores de decisiones y contribuyentes del fisco estadounidense.
'Existe una preocupación en un nivel muy básico, dentro de las familias mismas, sobre cuál será el futuro de sus hijos en un paÃs que está fallando en prepararlos para desafÃos elementales. No hay una cuestión partidaria aquÃ, porque el problema es de larga data, pero sà hubo mucho esperanza de que este presidente tomara una acción más concreta', expresó a BBC Mundo Saba Bireda, directora del Centro para la Investigación sobre Pobreza y Raza e investigadora del rol de las escuelas comunitarias.
En busca de empleos... que no hay
Por estos dÃas, las voces latinas se hacen eco de la de todos los estadounidenses en materia desempleo, en un paÃs golpeado por la recesión de 2008 que no logra sobreponerse a los efectos de largo plazo sobre la economÃa.
Sólo que los Ãndices revelan que, para los hispanos, las cosas están peores: mientras que la desocupación se ubica en 9,1% en términos generales, la tasa entre latinos se eleva a 11,3%.
Combinado con el incremento de controles migratorios -que hace que muchos indocumentados que trabajaban informalmente se vean ahora limitados, con empresas que no quieren contratarlos sin los debidos papeles-, la situación se ha vuelto crÃtica para al menos 1,1 millón de hispanos que buscan trabajo desde hace seis meses o más.
Los observadores señalan que una de las razones por las cuales la actual crisis los ha golpeado más duro es que los hispanos son mayorÃa en el sector de la construcción y la manufactura, dos áreas mortalmente heridas con el colapso de 2008.
Obama presentó, a comienzos de septiembre, su 'Iniciativa para el Empleo' (AJA, en inglés), que ahora se ha convertido en eje de su campaña proselitista.
Con ella busca paliar la crisis laboral e inyectar recursos en la alicaÃda economÃa del paÃs, con ideas como un plan de inversión en infraestructura, medidas de creación de empleos en áreas como la docencia e incentivos fiscales para que las empresas contraten nuevos trabajadores.
Ahora, el mandatario hace campaña por la AJA, a sabiendas de que su aprobación traerÃa alivio para los hispanos tanto como para los demás grupos étnicos. Sus crÃticos, sin embargo, anticipan que no será suficiente: se estima que existen 25 millones de personas sin empleo en el territorio, muchas más de las que podrÃan beneficiarse con el proyecto hecho ley.
'Los problemas no iniciaron con él y le tocó un contexto complicado, eso lo sabemos. Pero la situación es crÃtica y tiene que ver con la supervivencia básica de los hispanos, no podemos contentarnos con la buena voluntad', reclama Cabrera, de Chirla.
Más pobreza, menos planes
El récord que alcanzó Estados Unidos este mes fue portada de todos los periódicos: el paÃs tiene, según estadÃsticas oficiales, el mayor número de pobres en casi dos décadas.
La Oficina del Censo indicó que 15,1% de la población vive por debajo de la lÃnea de pobreza. En 2007, antes del triunfo de Obama, el Ãndice era de 12,5%.
Pero, entre los hispanos, el nivel de pobreza resultó ser bastante más alto que entre los blancos no hispanos: 26,6% frente a 9,9%.
Un informe recién difundido por el Centro Pew Hispano confirma otro récord poco deseable: la pobreza entre los niños hispanos es la más elevada de todos los tiempos, con más de 6 millones de afectados, proporcionalmente muchos más que en otros grupos étnicos.
Por estos dÃas, más de uno de cada cuatro latinos es pobre y más de 30% de ellos carece de seguro médico, público o privado, lo que los deja por fuera del sistema de atención básico de salud. Al mismo tiempo, la crisis fiscal conlleva el recorte de programas sociales, como Medicaid, del que los latinos son en gran medida beneficiarios.
Obama ha señalado que las mejoras introducidas por su gobierno en este terreno son un paso adelante, pero su ley de salud quedó lejos de los objetivos que habÃan propuesto en campaña.
Según estudios de la Universidad de Michigan, revertir la tasa de pobreza a los niveles del año 2000, por debajo de 12%, llevará entre seis y siete años: un plazo poco promisorio para una elección presidencial que tiene los meses contados.
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